El manejo de las secuelas en pacientes quemados es un manejo multimodal y multidisciplinario. Y los tratamientos más tradicionales son el uso de compresiones como silicona, el uso de trajes compresivos, la kinesioterapia, el apoyo con órtesis o también la cirugía.

Sin embargo, desde esta semana la Posta Central -Centro de Referencia Nacional de Paciente Gran Quemado- cuenta con un láser CO2 para el tratamiento de cicatrices y secuelas complejas provocadas por quemaduras, que permite recuperar la funcionalidad en los pacientes.

La doctora Carolina Soto, cirujana y micro cirujana de la Unidad Gran Quemado de la  Posta Central, es una de las pocas especialistas en Latinoamérica -y la única en Chile- que realiza este tipo de procedimientos. Para ella contar con este tipo de tecnología es “ser pioneros en el mundo. O sea, es transformarnos en un centro de referencia con innovación y tecnología de nivel mundial, comparados sólo a grandes centros de quemados en Australia o en Estados Unidos”.

Actualmente, los conceptos más modernos en manejo de secuelas en pacientes quemados ya no involucran remplazar tejidos por otros tejidos o grandes cirugías, sino que implica la rehabilitación de los tejidos y las cicatrices. Y ese nuevo concepto se logra a través de la terapia láser.

“Poder contar con un láser CO2 en la Posta Central implica que podemos contar con terapia más precoz. Antes se podía realizar cuando el paciente ya estaba de alta, pero teniendo esta tecnología en HUAP, uno impide que se desarrolle la cicatriz patológica, la secuela. Eso nos hace saltar rápidamente a un nivel de referencial mundial”.