Nicolás Valenzuela de 34 años ingresó el 4 de abril a la Posta Central. Llevaba varias semanas haciendo cuarentena preventiva en su casa ya que su polola es asmática y tenían miedo de lo que le pudiese pasar a ella. Sin embargo, ambos se contagiaron de COVID-19. 

Aunque Nicolás sólo tuvo síntomas leves y sin gravedad, lo que más destaca de la atención recibida en nuestro hospital fue que hubo un seguimiento de la enfermedad. “Nos preguntaron por nuestra situación familiar, con quién vivíamos, se preocuparon de mi polola que era población de riesgo. Para nosotros fue importante sentirnos seguros de que si algo nos pasaba teníamos la Posta al frente y que confiábamos en que nos iban a ayudar”, reiteró.

Actualmente la cuarentena abarca casi toda la Región Metropolitana, sin embargo hay muchas personas que siguen exponiéndose innecesariamente a contagiarse por COVID-19. Nicolás llamó a la gente a cuidarse y mantener el aislamiento físico. “No se trata sólo de no contagiarse uno, sino que también podemos estar contagiando a los demás”, concluyó.

Aún no hay vacuna ni tratamiento farmacológico aprobado para atacar el COVID-19. Al inicio de los contagios en nuestro país el llamado era a asistir a un recinto hospitalario en caso de fiebre, tos, dolor de garganta o dolores musculares. Hoy, el llamado es a asistir sólo en caso de que haya dificultad respiratoria, para poder centrar la atención en los pacientes que están más graves.

En caso de que usted o un pariente sea confirmado con COVID-19, debe seguir estas pautas:

• Quedarse en casa, excepto si necesita atención médica.
• Usar mascarilla, alcohol gel y termómetro, pues se recomienda tomar la temperatura 2 veces al día.
• Mantenerse en una habitación aislada del resto de la familia durante 14 días, al menos.
• Prohibir completamente las visitas y alejarse de las personas con mayor riesgo, como adultos mayores o enfermos crónicos.
• El contacto con las personas que están a su cargo debe ser muy corto, y siempre usando mascarilla.